Tratando de inventar cosas que quise hacer
me hayo aqui, desvariando mucho despues de ti
mucho despues de la luz, que entraba por las mañanas
que ahora se han hecho tarde.
Sin victorias a lo largo del tiempo, sin fracasos que lamentar
solo con derrotas a mi haber, poco despues del sol
que me iluminó cuando recien aprendia a caminar
bajo la tutela del dios celestial, tú, mujer, prendada de amor
bañaste aquellos dias sin fé.
Ahora que tu presencia arrecia mi espíritu
es cuando mas valoro aquello que no aprendí en el momento
tú, flor de mi otoño pasado
tú, tormenta de mi presente.
Tú, que bien vales la sangre derramada
me entrego aún a la piel de tu ausencia
como el destino me tenia preparado
el dulce sabor de tu inocencia.
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