martes, 10 de noviembre de 2009

A la muerte del corazón


A veces me pregunto...donde se me habra metido el corazón cuando necesite su siempre preciso consejo, cuando quise que me ayudara a no dañar a quien amaba, cuando deberia haberme recordado que mi vida le pertenecia solo a ella y nadie mas que a ella. Pero ahora el muy maldito guarda silencio y se enconde de mi, y de los demás... Y despues de tanto tiempo perdido me he supuesto darle por fallecido, y dejarle una flor en el espacio donde solia volverse loco cada vez que aquella niña asomaba.

Quizas se fue para sufrir sola, o quizas se fue porque me odia. Pero lo que es seguro es que no tengo derecho a reclamo por extravio... deje de ser su dueño al momento de recibir aquella flor con las primeras palabras dulces que me habian regalado en mi vida.

Asi que no lo culpo, porque en mi interior se que se fue con ella, a terminar mis promesas inconclusas, a tratar de lavar heridas. Lo cierto es que deseo que no vuelva, porque no deseo que se vuelva a marchar.

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